Junto con la pasión por la fotografía, crecía constantemente el amor por el automovilismo y la mecánica hasta que en el 2015 pudo convertirse en piloto federado. Como resultado logró compenetrarse plenamente en esta filosofía de vida, empezando a ver con otros ojos la fotografía de automóviles y cómo expresarla a diferentes interlocutores visuales.

Ya en la búsqueda de ampliar y validar su conocimiento, MGA viajó a Nueva York para seguir con los estudios, esta vez, centrándose en la iluminación, ya que si se maneja la luz, se maneja todo el entorno fotográfico, teniendo el privilegio de transmutar la imagen de infinitas maneras como medio de expresión artística y una forma alternativa de ver la realidad como la conocemos.